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viernes, 18 de diciembre de 2009

ALGUNAS CONSIDERACIONES TEÓRICAS ACERCA DEL USO DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES EN LA ENSEÑANZA SUPERIOR

No existe ninguna organización que pueda prescindir de la información, donde las tecnologías de información y comunicación mediatizan todo el proceso de comunicación. El uso de la información genera nuevos conocimientos y habilidades que permiten, a su vez, encaminar nuevos procesos de búsqueda de información tendientes a una espiral. La universidad ha sufrido cambios trascendentales en su historia, en la medida que se ha adaptado a las realidades de su entorno y de su tiempo, entorno y tiempo que ella misma ha contribuido a transformar. El nivel de enseñanza universitario o superior, resulta determinante para el desarrollo de una nación. La Universidad tiene encargos sociales que cumplir para alcanzar el mejoramiento de la sociedad donde se inserta. Es un motor de gestión del conocimiento por excelencia y un eslabón clave dentro de la sociedad de la información y el conocimiento. La Universidad del siglo XXI es un modelo de industria de información y del conocimiento que está obligada a asumir un nuevo paradigma para garantizar nuevos compromisos sociales como es el aprendizaje en forma continuada.
Algunas consideraciones teóricas acerca del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en la enseñanza superior.
cada vez mayor de tratamiento de la información". [5][5] Y como última, citar la formulada en la publicación de la revista "Cultura y Nuevas Tecnologías" de la Exposición Procesos, organizada en Madrid por el Ministerio de Cultura: "... nuevos soportes y canales para dar forma, registrar, almacenar y difundir contenidos informacionales.” [6][6]. El nivel de enseñanza universitario o superior, resulta determinante para el desarrollo de una nación. La Universidad tiene encargos sociales que cumplir para alcanzar el mejoramiento de la sociedad donde se inserta. Es un motor de gestión del conocimiento por excelencia y un eslabón clave dentro de la sociedad de la información y el conocimiento.

Cada día más la enseñanza universitaria tendrá que responder a situaciones de enseñanza-aprendizaje diversas, que abarcan desde situaciones convencionales hasta la enseñanza no presencial. Una posible respuesta a estas situaciones la constituye el aprendizaje abierto. Este se centra en los actos de la elección individual, que son el corazón del aprendizaje; pero haciendo hincapié en la ayuda que como educadores prestamos al alumno en la toma de decisiones dirigida al cambio deseado. Para lograr un aprendizaje eficaz, necesitaremos desarrollar en nuestros alumnos, algunas de las capacidades implicadas en el aprendizaje abierto: la habilidad de diagnosticar las propias necesidades, de programar planes para lograr los propios objetivos, de evaluar la efectividad de las actividades de aprendizaje. Requiere en una palabra introducir en la enseñanza universitaria otro estilo caracterizado por potenciar en los alumnos el aprender a aprender, el aplicar el aprendizaje al mundo real, y aquí, por su adaptabilidad y modularidad, encaja perfectamente hipermedia.
En este contexto, los materiales didácticos universitarios deberían ser diseñados para un doble uso: tanto los estudiantes presenciales, como aquéllos que no pueden estar físicamente presentes.


La Universidad del siglo XXI es un modelo de industria de información y del conocimiento que está obligada a asumir un nuevo paradigma para garantizar nuevos compromisos sociales como es el aprendizaje en forma continuada.

Cuba habiendo heredado una realidad desfavorable en el campo de la educación con casi un millón de analfabetos, hoy muestra elevados niveles de escolarización que le permite lanzar el reto de proponerse universalizar el conocimiento a los más altos niveles. En términos prácticos, significa la oportunidad de crear facilidades para que todos los individuos estudien sin límites, durante toda la vida, con lo que se propicia el disfrute personal y la utilización culta del tiempo libre.
Esta nueva universidad cubana, revolucionaria, internacionalista, humanista y científica, abierta a toda la sociedad- se distingue de la universidad clásica, básicamente porque trasciende sus muros tradicionales y desarrolla sus procesos en íntima relación con las comunidades, perfeccionándolos continuamente como parte de una interacción de la que todos participan.

El Centro Universitario de Sancti Spíritus José Martí Pérez con 12 unidades docentes, sedes universitarias en los ocho municipios, trabaja en el desarrollo del modelo de Universidad territorial, universalizada y sustentable tiene como Estrategia Maestra de Informatización: Transformar cualitativamente los procesos sustantivos del Centro mediante el empleo avanzado y racional de las TICs, para ello desarrolla el sistema de bibliotecas virtuales especializadas y un sistema de gestión de conocimientos, en apoyo a la docencia y la investigación, utilizar eficientemente las revista científicas del MES colocadas en INTERNET así como Bases de Datos y otros recursos.
Desde la escritura hasta Internet
Las nuevas tecnologías de información y comunicaciones han encontrado, en las bibliotecas universitarias, un laboratorio por excelencia, para insertar nuevos productos y servicios útiles a toda la comunidad universitaria.
Una biblioteca universitaria se caracteriza actualmente por los siguientes elementos:
 Integración de colecciones impresas, digitalizadas y virtuales.
 Existencia de catálogos y bases de datos en línea.
 Inserción de la biblioteca en proyectos de cooperación.
 Uso intensivo de las redes.
 Creación de plataformas virtuales para la inserción de los principales recursos de información.
 Generación de servicios con valor agregado y de análisis de información. Desarrollo de una cultura de información en el contexto universitario.
El cambio de la biblioteca, dentro de las universidades, potenciada con la fuerza de las tecnologías de la información y las comunicaciones implicará:

 Reconfigurar el esquema clásico de la biblioteca.

 Transformar la dinámica de trabajo en función de la gestión del conocimiento.

 Ampliar los servicios con valor agregado.

 Incluir la biblioteca dentro de la cadena productiva de las universidades.

 Lograr un uso intensivo y perfecto de las redes.

 Desarrollar productos y servicios de información con el uso de las nuevas tecnologías de la información.

 Diversificar las colecciones en diferentes formatos y lograr su accesibilidad desde diferentes puntos.

 Extender los recursos de información de la universidad a todas las actividades de formación, superación y aprendizaje continuo. [1][1]

La biblioteca ha usado de manera selectiva la tecnología de su tiempo, pero, a partir de la aparición de la tecnología electrónica, la innovación y el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, se ha visto obligada a cambiar y/o crear sus actividades y servicios en función de la propia tecnología, pero como un medio para potenciar y optimizar la calidad de los servicios y el acceso a la información. De no innovarse y desarrollarse para atender las demandas de la sociedad actual, la biblioteca estaría en riesgo de ser prescindible.

Existe una estrecha relación entre información y las tecnologías para su tratamiento, la cual se puede apreciar en los siguientes postulados:

La información como base del conocimiento, lleva implícita una transformación del saber y no sólo una actitud pasiva y receptora de datos.
Desde la escritura hasta INTERNET, el hombre, no ha hecho otra cosa que auxiliarse de medios para comunicarse y transmitir el saber.

Las tecnologías para el tratamiento de la información, son los medios de que se vale el hombre para transmitir este saber.
De acuerdo con su etimología la palabra tecnología proviene de dos vocablos griegos: Teckne (TEXUN) técnica o arte cuyo significado entre los griegos era el de poder o capacidad, el habito o habilidad, la virtud intelectual de un hombre para hacer el producto o arte y logos (nç) palabra que significa proposición o discurso. El sentido que le dieron los griegos a los anteriores vocablos se puede decir que la "tecnología es el estudio de saber hacer las cosas, el conocimiento de los medios para alcanzar ciertos fines" [2][2]
Según las definiciones de Tecnologías que se han ofrecido son diversas. Gilbert y otros, hacen referencia al "conjunto de herramientas, soportes y canales para el tratamiento y acceso a la información". [3][3] Por su parte Bartolomé (1989), desde una perspectiva abierta, señala que su expresión se refiere a los últimos desarrollos tecnológicos y sus aplicaciones. [4][4]
Castells y otros indican que "comprenden una serie de aplicaciones de descubrimiento científico cuyo núcleo central consiste en una capacidad
http://sites.google.com/site/propuestasinvest/DINÁMICA DEL APRENDIZAJE Y DE LA MEDIACIÓN EN AULAS VIRTUALES. UNA VISIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE LA FORMACIÓN HUMANA Mónica G. Luque*

El foco de esta presentación se encuentra en el estudio de los procesos subyacentes a las actividades de aprendizaje que tienen lugar en el aula virtual, tales como la recepción, construcción y apropiación del conocimiento, para lo cual toma en consideración, además, la idea de aula que procede de quienes las diseñan y disponen sus elementos, contenidos y actividades. Este estudio se orienta en tres direcciones. En primer lugar, se busca identificar y delimitar el campo conceptual que corresponde otorgar al aula virtual pues pareciera interesante indagar si ésta es una entidad de tipo educativa, o bien, tecnológica, al tiempo que se torna vital comprender si la disponibilidad tanto como el uso y apropiación que puede hacerse de ella depende del tipo de plataforma empleada. En segundo término, se avanza en la definición de las mediaciones que se consideran necesarias para que aprendizaje y formación tengan lugar. Finalmente, se exploran las condiciones que un aula virtual debería mostrar para impactar en el aprendizaje y en la experiencia formativa de manera relevante y positiva.